Mientras Buscaba Perderme, Volumen 2 by Gastohn Barrios

Mientras Buscaba Perderme, Volumen 2 by Gastohn Barrios

autor:Gastohn Barrios
La lengua: spa
Format: epub
editor: Gastohn Barrios
publicado: 2022-10-13T00:00:00+00:00


Capítulo 73

Noche Macabra

Una tarde, me llevaron hasta la oficina de Mauricio, que se explayó hablando sobre lo aburrido que le resultaba ese rincón del país y lo mucho que añoraba volver a la Capital.

—Vas camino a cumplir un mes acá adentro —dijo sonriendo con descaro.

—¿Te parece divertido?

—No, pero no pensé que ibas a durar tanto. A esta altura, me pregunto si es verdad que no sabés nada o si sos tan gil como para encubrir a los cabecillas del movimiento, que se cagan en los que están prisioneros.

—Ya te dije que no sé nada.

Me ofreció un cigarrillo, mientras encendía otro para sí.

—No fumo, gracias.

—¿Querés mate?

Por lo mucho que me desagradaba verlo, quería decirle que no y volver a mi celda, pero dada la escasa y malísima calidad de la comida que nos daban, no me permití negarme al ofrecimiento.

—¿Por qué te hacés el amigo ahora?

—Ya te lo dije, me caés bien. Y hasta que no me reasignen a otro lugar tampoco puedo dejarme ver en la calle. Estos pueblos no son como Buenos Aires, acá todos se conocen. No puedo arriesgarme.

—Estás tan prisionero como nosotros. Irónico, ¿no?

—Sí, pero a mí nadie me caga a palos y sé que en cualquier momento me puedo ir —se ufanó.

Llamó por el interno telefónico y ordenó que trajeran mate y “algo para comer”.

—¿Qué van a hacer conmigo? —quise saber.

—No sé, no tengo una bola de cristal.

—¿Me van a matar?

—No lo sé.

Hizo silencio mientras disfrutaba del cigarrillo y casi seguro también de la situación en que nos encontrábamos.

—¿Por qué me entregaste? Si sabías que yo no estaba metido en nada.

—Porque es mi trabajo —sus respuestas eran frías, distantes—. Y porque o estabas metido en algo o te juntaste con las personas equivocadas y ambas cosas hay que investigar. Apareciste en un par de agendas comprometedoras, Santiago.

—¿Aparecer en la agenda de un compañero de facultad es motivo para ser detenido?

—Aparecer en la agenda de un guerrillero quiere decir algo.

—¿Qué?

—Que tal vez también seas uno.

—¿Tal vez?

La puerta se abrió, por lo que me volteé hacia la pared, ya sabía que debía mirar hacia otro lado. Cuando se volvió a cerrar y pude volverme, vi que sobre el escritorio había una bandeja con una pava, un mate, una azucarera y un plato con cuatro bollos hojaldrados. Reparé en el plato, movido por el instinto de saltarle encima y devorar todo.

—Comé, comelos vos —concedió con cierta displicencia.

Estiré el brazo para tomar un bollo y, a la luz del día, pude ver cómo las venas y los tendones se destacaban sobre el dorso escuálido de mi mano. Había perdido mucho peso. Mi pelo también había crecido y los dos baños semanales nunca eran suficientes para llegar a sentirme limpio.

—Me han dicho que tu novio te anda buscando —lanzó, mientras me alcanzaba el primer mate.

Lo miré sorprendido.

—¿Lo viste?

—No, ¿no te dije que no puedo salir de acá? Me llegó el comentario nomás.

—¿Sabe que estoy acá?

—Claro que no. Esto no existe —hizo ademanes señalando el lugar—. Ustedes, para el resto del país, no existen.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.